lunes, 10 de marzo de 2008

El loco cuerdo

Cuentan quienes fueron testigos de ello
que, a los pocos días de dado por cuerdo,
en el sanatorio lo hallaron muerto
solo, junto a estos versos en un pello:

"Quemaré mil sueños en cada aliento,
arrullaré mi deseo en un destello
de vida que sea el suspiro de aquello
que deja gloria y no se lleva el viento.

La brisa del ayer aún envenena
mi anhelo hasta nuestro último momento.
Este día, ahora, sólo lamento
que en esta torpe existencia terrena

tú no me cuentes entre los locos cuerdos.
Yo gustoso aceptaré mi condena
pues todo habrá merecido la pena
si vivo en uno solo de tus recuerdos."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén a eso.

En serio, poco puedo decir, salvo que cada vez me va gustando más lo que escribes.